miércoles, 15 de enero de 2014

Transformarse





Así estamos todos. Alguien ya pasó por la transformación. No digamos la transformación total, solo un poco. Ya dió unos pasitos y te mira a ti ante la oportunidad de que tu también los des. Esa persona te va alentar a caminar.

No todos estamos en el mismo proceso, ni tenemos los mismos grados de consciencia. Pero basicamente es la misma situación.

Ejemplo:

-Oye, eres muy enojón
-Ya me lo han dicho
-Deberias cambiar
-¿Por qué? así soy "Yo"

No es que seas así, no es que tengas una cadena de ADN que te condene a tu mal humor o a enojos enternos, esa idea simplemente desechala, no es cierta. Tampoco es verdad que perro viejo no aprende nuevos trucos. Más bien son frases y dichos populares en los que nos excusamos para no cambiar, para no transformarnos.

Imagina la oruga, tiene todo para ser una mariposa. Todo está en ella. Imagina que tu eres esa pequeña oruga arrastrandose, si una mariposa te dice, ¡ey! despierta, eres una mariposa. Simplemente tu diras: ¿estás loca? ¿no me ves? soy una oruga. Tu eres mariposa.
La oruga no concibe que la mariposa haya sido una oruga. La consciencia inferior no puede entender la consciencia superiro. Pero la consciencia superior si que puede entender a la inferior.

La humanidad así es. Si tuviste un tiempo de "mala persona", y un día decides ser "buena persona", transformarte, te comienzan a señalar. Te dicen: ¿tu que vas a ser bueno? ¡tu siempre fuiste malo! ¿ahora ya te sientes santo? ¡tu nunca vas a cambiar!

Nadie quiere cambiar, ni deja que otros cambien. Si alguien cambiará estaría mandando un mensaje a los demas: ¡ey, gente, se puede cambiar!
Pero es mas comodo decir, soy así, no hay nada que hacer.

Imagina a la oruga encerrandose en su capullo, es la muerte misma. No quiere hacerlo. Lucha. Tu no quieres encerrarte en el capullo, sería morir. Y nadie quiere morir. El yo no quiere morir. Es ilusión. El Yo falso, el Ego, no quiere morir. No quiere y te hace sentir, creer o pensar, que vas a morir con él.
Estamos tan identificados con el Yo ilusorio que su muerte, parece que será nuestra muerte. Es como si tuvieras una sanguijuela pegada al cuerpo. Si te la quitas se va a morir. Pero lleva toda la vida pegada a tu piel. Tanto que no habias notado que era una sanguijuela.
Un día te dicen que te la puedes quitar, tu simplemente no lo vas a creer. Siempre ha estado ahí, debe ser algo tuyo. Tantos años en tu piel, debe ser parte de ti.

Cuando la sanguijuela escucha que estás pensando en quitartela, dira algo como: no, tranquilo, no lo hagas, vamos a morir, yo soy tu. Su miedo se proyecta hacia ti, y como siempre has creido que es parte de ti, ese comentario crees que es tuyo.
La sanguijuela no nada más esta comiendo de ti, te ha estado usando sin que lo sepas.
Quitarte la sanguijuela como entrar en el capullo son lo mismo: morir.


Una vez que muere el Yo, dirás: No puede ser que haya sido tan tonto.


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