Salimos a caminar, un cerro pequeño, está muy maltratado por la mano del
hombre, aún así, rara vez voy con ella a caminar. Le tomé la palabra.
No recordaba que ahí había venados, jabalies y bisontes...
Dos gajitos nomás, no he desayunado, no cené, ando vacío. Con esto estará bien, pensé. Ella, no supe cuanto comió.
Llegamos con los venados, oh, que triste me sentí ahí. Los veía, eran
4, unos grandes, unos pequeños. Ninguno con hastas. Nos miraban
fijamente, trate de hacer concexion con alguno de ellos.
-Lo
lamento, en verdad lo lamento. El humano, nosotros los metimos aquí, es
una prisión horrorosa. No pueden saltar, correr, no pueden irse de aquí.
Estamos acabando con todo. Lo lamento. Había cerrado los ojos, sabía o
quería creer que me escuchaban. Tenía mucho dolor en mi corazón, verlos
así...
-Los amo- dije. Sus orejas se movieron curiosas y escuche bajito.
-No estes triste, no pasa nada. Mira a tu hermano, a tu hermana, eso es
mas triste, estan atrapados, encerrados y no se dan cuenta... es
triste.
-Lo sé
-Estamos en las mismas, quizá un poco peor uds. Aquí al menos sabemos...
Me alejé llorando... bajito, tantitas lagrimas.
Seguimos caminando y estaban los jabalies, tan curiosos, caminando
y caminando... caminaban y seguian caminando. No había momento de
detención. Solo giraban en circulos, aventandose unos a otros. Alguno se
detenía a vernos un poco y se iba.
-Mira, estos no se estan en paz- dije
-Si, nomas caminan y caminan, han de tener hambre.
-Puede ser, nomas giran en circulos
-Tanto que no se fijan que aquella puerta está abierta
Parecía curioso, habia una puerta que estaba abierta que conducia a
otro lugar, pero por estar dando vueltas no lo notaban. Supongo que no
era la puerta de salida, sino para otro "compartimiento". La cuestión
era que ninguno lo notaba.
Me sentí así, girando en mi vida, sin sentido, sin control, no había a donde ir o quizá sí y no lo podía ver... sonreí. Estamos tan metidos en matrix que no veriamos la puerta aunque estuviera en nuestras narices.
Me sente un rato y medité, estaba tranquilo, simplemente me estaba
dejando ir. Luego de un momento seguimos caminando, ibamos subiendo y
había bisontes. Que hermosos animales, por alguna razón ya no sentía la
lastima de antes.
-Miralos, tan tranquilos
-Pues nomas estan come y come ¿qué más podrían hacer aquí?
-Quien sabe, pero miralos... comen y comen, tan despacio
Recordé como se aliemnta un trabajador al que le dan 35-45-60 minutos
para comer. Además de correr por la comida hay q devorarla con rapidez
para regresar a tiempo y checar y que el jefe-capataz no se enoje.
-Pues así deberiamos hacer todos, no? comer despacio, con calma, además miralos, estan enormes y lo unico que comen es...
-pasto, alfalfa y quien sabe que otras cosas les den- completó ella.
-Y velos, fuertes, grandes- no como en el habitat natural, pero...
Ella quería regresar, le pedí que avanzaramos más, hace mucho tiempo
fuimos y no subimos más, queria explorar un poco. Había tratado de
hablar con los bisontes también, comprender su medicina, su forma de
expresión. Recordaba imagenes donde los sabios de la medicina estan
acompañados por osos, alces, bisontes, lobos... y quise saber algo,
había sido poco pan... no entendí mucho. Les pedí una disculpa por todo
lo que estabamos haciendo con el planeta.
Caminamos un poco más y me
dió por llamarle al venao. Me dió por cantar tantito mientras
caminabamos y un impulso me orillo a salir del camino y bajar por un
caminito que se veia muy poco transitado.
-Vente por aquí-dije
-No, para que?
-Pues vamos a sentarnos alla abajo
-Estas loco
-Nomas, ahi debe haber un lugar tranquilito
-Pero tantito nomas
Bajamos un poco por el costado del cerro, habia arboles, pasto crecido y
un camino que se suele andar pero rara vez, se deducia por el color
amarillento del pasto, era pasto largo, muy largo, asi que había sido
transitado varias veces pero no en exceso. Al frente se veian unas
piedras comodas, llegamos a ellas y me senté.
Me quedé frio. No daba credito a mis ojos. No era nada grato. Mi corazón se empequeñeció. Sentí un golpe.
-Oh, por dios- exclamé
-¿que pasa?
-Mira...
-No inventes-dijo con dolor y girando la cabeza
Un perro, grande, muy bonito, blanco o cafe muy claro, se encontraba
entre dos troncos de un árbol que se bifurcaba. El tronco subia y antes
de llegar al metro de dividia en dos. Justó ahí, el pobre animal se
encontraba atorado, con su cabeza resionada hacia abajo. Dejó de
respirar ahí. De su cuello salia un mecate que había sido amarrado al
tronco. Alguien le llevo ahí, alguien a quien el perro le confiaba tanto
como para dejarse llevar, no había rastros de pelea, nada, simplemente
lo asfixiaron...
Un burro comenzó a rebuznar, perros a lo lejos, peleaban, parecia haber aullidos, venian de lejos...
Comencé a cantar, un espiritu es un espiritu, no vi un animalito ahí,
simplemente senti un dolor muy grande y canté, canté un poco, por el,
por todo lo que haya sucedido ahí.
Quería sacarlo del tronco.
-Lo voy a sacar
-Con que? no vas a poder
-Pues ya veré
-Deja eso en paz, el ya no esta ahí
Justo en ese momento el sol iluminó el cuerpo del animalito
-Mejor ya vamonos
Regresé con los bisontes... ¿què le dices a un ser vivo al que el
humano lo encerro, al que le destruyó el habitat? ¿cómo explicar que
estamos ciegos? ¿cómo decir algo si somos tan insensibles? Estamos en la
miseria total. Solo bajé la cabeza. No podía decir nada. Baje corriendo
hasta donde estaban los venados. Siempre tan atentos, tan sensibles...
midiendo... amando.
Luego me quedé pensando, ¿por qué mezcalito nos llevó a ese lugar? no fue casualidad, lo sé, ¿para qué? Solo Él sabe...
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